Colección de Ignacio Orensanz de Zaragoza
 |
Pinchar en la fotografía para ampliar |
SERIE 11 Ejercito Prusiano de Federico el Grande c. 1760
Húsares
De izquierda a derecha:
111A Oficial. Con mirliton (escultura Garraleta pintado por Eduardo G.Lope)
111E Soldado raso. Con colback (escultura Garraleta pintado por Eduardo G.Lope)
111B Oficial. Con colback (
escultura Garraleta pintado por Eduardo G.Lope)
111D Trompeta. Con mirliton. (
escultura Garraleta pintado por Eduardo G.Lope)
111C Soldado raso.Con mirilton (escultura Garraleta pintado por Eduardo G.Lope)
SERIE 12 Panduros Austriacos c. 1760
121B Infanteria Grenz. Regto. Karlstädter-Ogulier (escultura Labayen pintura Eduardo G. Lope)
s/r Regto. Karlstädter-Likaner (figura transformada y pintada por Labayen)
121C Rgto. Slawonisch-Broder (
escultura Labayen pintura Eduardo G. Lope)
121A Grenz Infantería (escultura Labayen pintura Eduardo G. Lope)
Pintura de Eduardo García Lope en: www.egminiaturas.com
El Rey de Prusia Federico "El Grande" hizo del Ejercito Prusiano una maquina militar de las mas formidables y fue el modelo para el resto de Europa.
Anecdota traida aquí al caso: Al igual que otros, el Rey Carlos III de España, estaba impresionado con el Ejercitó Pruisiano. Mandó entonces, a su embajador, el Marques de Sotomayor, a visitar a Federico El Grande. En un momento de la reunión, el embajador español comentó:
―Sire, mi augusto soberano (Carlos III) desea que vuestra majestad se digne
informarle de la táctica que ha usado en sus gloriosas campañas
militares para que sirva de norma a nuestros ejércitos.
El rey prusiano, burlón, sonriente y quizás hasta con algo de mala leche, contestó:
―Pero, señor embajador, ¡si mi táctica es la española! La aprendí en la
magna obra del Marqués de Santa Cruz de Marcenado que usted, como
general, conocerá sin duda.
El embajador español se quedó un poco turbado y sorprendido por la
respuesta del rey, y cuando comenzaba su réplica, el rey quiso acabar
con el lío, que él mismo había provocado y que tenía al marqués un poco
avergonzado. Federico de Prusia, “El Grande”, cogió de la mesa
junto a la que estaban conversando una partitura y se la entregó al
marqués para cambiar de tema de conversación.
―Esta es una marcha compuesta por un gran músico alemán. Yo la considero
obra maestra por su brevedad, solemne y grandiosa. Llévela usted de mi
parte a su majestad católica para que la adopte como himno en los actos
palatinos.
Y así acabó la partitura del actual himno de España en las manos de Carlos III,
que hizo caso a la petición del prusiano.
Fuente: Las anécdotas de la política de Luis Carandell